El mantenimiento convencional de subestaciones es una actividad clave para preservar la funcionalidad y seguridad de los sistemas eléctricos que soportan la infraestructura industrial. Este servicio incluye la limpieza y revisión exhaustiva de equipos principales, como transformadores, interruptores, seccionadores y barras colectoras. 

La inspección visual y funcional se complementa con pruebas de diagnóstico que evalúan el estado operativo de los componentes y sistemas asociados.

Las actividades realizadas durante el mantenimiento abarcan la lubricación de mecanismos móviles, el ajuste de conexiones eléctricas y la medición de parámetros clave, como resistencias de aislamiento y contactos eléctricos. Asimismo, se evalúa el estado de los sistemas de protección y control, asegurando que las subestaciones cumplan con los estándares de seguridad y desempeño requeridos.

Además de las tareas preventivas, se incluyen intervenciones correctivas menores, como la sustitución de componentes desgastados o deteriorados, contribuyendo a la estabilidad operativa del sistema eléctrico. La ejecución periódica de este mantenimiento permite mitigar riesgos asociados a fallas inesperadas, optimizar la disponibilidad de los sistemas eléctricos y prolongar la vida útil de los equipos. Este enfoque integral resulta fundamental para garantizar la continuidad del suministro eléctrico y el cumplimiento de normativas aplicables.​