Mantenimiento Predictivo
El Mantenimiento Predictivo utiliza herramientas avanzadas de diagnóstico para prever fallas y realizar intervenciones específicas antes de que se produzcan. Esta metodología se basa en el análisis continuo de datos generados por los activos, utilizando tecnologías como sensores, software de monitoreo y algoritmos predictivos.
Entre las técnicas más comunes se incluyen el análisis de vibraciones, ultrasonido, termografía infrarroja y análisis de aceites. Por ejemplo, una termografía puede revelar puntos calientes en un tablero eléctrico, lo que indica un posible problema conexión, sobrecarga o diseño deficiente, antes de que cause un fallo crítico.
El mantenimiento predictivo no solo reduce los tiempos de inactividad no planificados, sino que también optimiza los costos al evitar reparaciones mayores. Además, esta estrategia mejora la seguridad operativa al prevenir eventos catastróficos, de modo que las inversiones asociadas están plenamente justificadas.
Sectores como transmisión y distribución eléctrica, minería y manufactura son algunos de los principales beneficiarios de este enfoque.